Updated: Sentíamos que citar de memoria no es ni respetuoso ni serio, por lo que buscamos el poema “Retórica de la Cana", y como era de esperar lo encontramos en esa catedral de la buena literatura que es la revista literaria Baquiana. Juzguen ustedes.
El martes 11 de noviembre, a las 7 p.m., bajo la Carpa de Write Out Loud / Café Bohemio de la Feria Internacional del Libro de Miami, fuimos convocados para asistir a algo que se hacia llamar ‘‘Lectura de Poesía Viva de Rodrigo de la Luz” y que prometía una “Recepción con Tapas y Vinos". Fue bueno que el continente fuera una carpa porque el contenido era un circo. El poeta, después de vapulear, inmisericorde, a los que no acertamos a sentarnos cerca de la salida, despidió la lectura con un texto, titulado “Canas", que al parecer considera su obra cumbre y del cual no olvidaré jamás los últimos versos:
(cito de memoria)“…pues si alguna vez la rana criara pelos,
entre ellos tendría que haber alguna cana.”
Créanme que al volver a casa me miré en el espejo con el temor de haber encanecido de la vergüenza ajena.
Esa misma noche y en el mismo sitio, a las 8 p.m., Ediciones EntreRíos, anunciaba la presentación de "Dos escritores de Santiago de Cuba", con lo cual, hacían su primera incursión fuera de los límites territoriales de Guantánamo, y aspiraban a consolidarse como un sello editorial serio. Se repitió el esquema que se ha hecho una regla en esta ciudad, propensa al ejercicio consiente y vocacional del ridículo: un presentador que presenta al presentador del autor. A quien le importa, dado el caso de no conocerlo, la obra o ejecutoria de un presentador cuyo papel debería ser presentar al autor y centrarse en destacar sus supuestos valores para propiciar su encuentro con el público. En este caso los excesos fueron doblemente graves, no sólo por lo ya descrito, sino porque el editor del libro, el poeta Germán Guerra, le obsequió al autor, el ¿poeta? Carlos E. Cenzano, elogios que la lectura posterior demostraría hiperbólicos, excesivos e infundados. Pero siempre se puede intentar la novedad y el presentador no se limitó, sentando un precedente que ya tememos se haga regla: leyó (muy bien, vale señalar considerando lo que oiríamos después) algunos textos de libros anteriores. Salimos del trago amargo y cuando creíamos que con la segunda carta, EntreRíos no tenía oportunidad de errar, dadas las dotes, de todos conocidas de la poeta, narradora y ensayista Odette Alonzo, nos enteramos de que su libro no logró ver (como Rodrigo) la luz, y no es probable que suceda (otra víctima de la crisis) en el tiempo cercano. Nos contentamos con mirar en la mesa un libro de cuentos suyos (editado por otro sello) que se nos antojaba quimérico ($39.00) por su costo. La autora, consciente imaginamos, de nuestra desilusión, agravada por una también excesiva (aunque esta vez sólo en extensión) presentación de la editora Ena Columbié; como premio de consuelo, nos salvó la noche, haciéndola inolvidable con la lectura de “uno de esos cuentos suyos” de los que ya me habían hablado. De lo antes expuesto podemos concluir que EntreRíos sigue privilegiando lo mediano autosostenido, lo francamente chato autofinanciado, con el riesgo de dilapidar el valor reconocible de su esfuerzo, en lugar de correr el riesgo de privilegiar la autenticidad y el valor literario. Siempre habrá un escritorzuelo de tercera dispuesto a escribir un cheque para sentarse entre los escritores y la labor de los editores que aspiren no ser más que impresores es detectarlos y mandárselos a Salvat. Para ver más fotos pueden hacer click acá.
4 comentarios:
Ah, Rodrigo el iluminado, conocido tambien como "el levitante".
Rodrigo es un pinguo, Heriberto se la mama
eso es poque nunca has oido "el pelo del culo mas rizado que el nilo"-eso si es un verso.
Consiente? de consentir? o se trata de cociente (de inteligencia...)
Esa es una falta de ortografía garrafal
Se escribe: CONSCIENTE.
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