miércoles, 11 de marzo de 2009

MARAÑONES EN LA FINCA

(o descargos al Decálogo de Sosa)



─ Sobre la sugerencia de ampliar nuestro “foco de referencias", de saltar “de un acorde para otro”; tenemos “La Mayor” intención de no quedarnos en “Mi Menor”, pero la calidad del concierto no depende solamente del director, que bien poco puede hacer con músicos de tan precarias dotes. De acordes es de lo que carecemos, y estimular que existan más, que se animen a darlos otros, nos podría liberar de repetir en el futuro el oscuro destino de tener que bailar con una sola música. Dios nos libre, además, de que la toquen estos improvisados “Músicos de Brema". Por cierto, no se animaría usted a salir de tu bucólico retiro campestre y tocar algún punto espirituano que no suene a complacencia y deseo de no buscarse problemas.
─ Créanos, libérrimo consiglieri, lo que menos alienta nuestro sitio es esa supuesta “perspectiva cargada de animosidad hacia los objetivos de siempre” que cree usted apreciar. Que “hay mucho terreno por cubrir", es cierto, sólo que hay terrenos en que apenas se cultiva y no vale la pena tenerlos en cuenta, como no sea porque son parte del paisaje, o alguna que otra finca en la que se cultivan buenos frutos y no es menester a menudo arrancar alguna mala hierba que siempre hay pero no son la regla. Existen también algunos propietarios que se cuidan de arriesgar los linderos de sus propiedades, no toman a crédito para cosecha alguna que no sea segura y se lucen posando originalidad y capacidad de renuncia (riesgo ficticio), sembrando y exhibiendo eventualmente alguna fruta exótica, siempre que a nadie intoxique o cause algún prurito. “Guapería en piso de tierra”, se llamaba a esto en el pueblo de mis abuelos, guajiros como usted, con orgullo.
─ ¿Dicen algo los números? ¿Qué de malo tiene dialogar, aunque sea con el espejo al menos? ¿Por qué rebajar “la producción de comentarios anónimos", sean propios o ajenos, si existiesen o alguien tiene necesidad de hacerlos? ¿Que les hace más o menos valiosos? Hay que tener cuidado no confundir un comentarios hecho bajo la cobertura de un seudónimo con un comentario anónimo. En última instancia, cualquier comentario es o no atendible, de acuerdo a su contenido y no a su fuente.
─ Si la “animosidad", como aclaramos arriba, no nos alienta; los “reparos” y el hecho de que nos “amenacen” (que ocurre a menudo), es el mayor estímulo que recibimos a diario. Créanos que tenemos una colección de estas ultimas que le asombrarían por su “rudeza verbal", sus “aterradoras consecuencias legales” y por cuan pródigas se erigen en supuestos “riesgos para nuestra integridad física”. Diversa y sorprendente le resultaría, estoy seguro, la naturaleza de sus remitentes. A algunos les hemos respondido, en privado o en público, en los términos que merecían. A otros, los hemos ignorado, pues sus amenazas tenían el único objetivo de adquirir peso específico a nuestra cuenta, dada su esencial levedad.
─ ¿No es esta sesión de consejería, a modo de decálogo, lo más parecido a “un canon moralista"? ¿Puede concebirse un leguaje más “aleccionador” y menos “refrescante"?
─ ¿”…los detalles biográficos", por qué olvidarlos? ¿Algo que ocultar? Cuando la biografía se convierte en un lastre, ha faltado un mea culpa sincero o su usuario no lo es menos. Hablo de la ejecutoria pública, desde luego.
─ La anonimia, estimado, es un ingrediente más, no el ingrediente. Siempre hemos dicho que "acá todo el mundo sabe quien es quien", y que "una cosa es creer que uno sabe algo y otra es tener el valor de afirmarlo". En cuanto a las “pistas falsas” que le quitan el sueño, no pasan de ser divertimentos inocentes para curiosos que gustan más de la gárgola que del contrafuerte. No se angustie. No se sienta agredido o inseguro por nuestra hojarasca y disfrute de sus certezas.
─ Acierta usted, nos “resulta complicado”, no sólo porque no disponemos de un abastecido depósito de “gracia", sino porque no acertamos a entender como puede ser esta un vehículo idóneo para acceder al “trasfondo".
“Alevosía”, linda palabra. Las sonoridades son cariciosas con su sensibilidad lírica. Tenemos que discrepar acá diametralmente y lo lamentamos. No creemos que sea sustancioso, ni nos complacería lograr nuestros objetivos, “corroyendo el eje metafísico” del sujeto de nuestro post, que en la mayoría de los casos no es un “adversario” (aunque así algunos, y ellos, lo crean), sino el circunstancial blanco de una de nuestras opiniones, ni más ni menos valiosa que la de cualquier otro. En cuanto a los medios a usar, también lamentamos divergir, aunque no recordamos haber usado algunos de los que menciona.
─ No nos lamentamos, damos testimonio. Reseñar la prepotencia no es en ningún modo “comerciar con la impotencia".

En cuanto a las escaseces de ingenio, coincidimos. Que no nos haya dado usted una muestra edificante en este texto, no lo hace una regularidad, ni en su caso será irreversible. Encontramos a menudo muestras de agudo ingenio en su blog aunque lamentemos las emplee en ejercicios de calculada contención.

Nota: “…el marañón aprieta la boca” afirma la canción, por la peculiar compulsión que nos hace fruncir los labios al saborearlos. Se afirma también que “lleva la semilla por fuera”, en una popular alusión a ser sinceros o transparentar las intensiones. Lamentamos que esto último no sea siempre los que prevalezca. La sabiduría popular es muy aleccionadora.

7 comentarios:

Yo, el Cabeza de Puerco... dijo...

Permiso, ¿qué ha dicho este?

Anónimo dijo...

El hombre solo quiere que la mirada de Tiro se pose sobre él con la esperanza de que aumenten las visitas a su oscura posada.

Yo, el Cabeza de Puerco... dijo...

Pito, este cretino me ha hecho salir de mi sabático tempo, en el que reordeno algunas ideas, y le digo sus cositas en el corral. Pasa por allí si lo deseas. Un beso, mi encapuchado rosa.

Anónimo dijo...

Que polémica tan rara esta, en la que ninguno de los disertantes es revolucionario o contrarrevolucionario, fidelista o anticastrista, dinosaurio o dialogero, a ninguno “lo cogieron templando” “en un platanal” o dio golpes cuando el Mariel, o era “ñángara en el ICAIC” o se acobardó en “Bahía de Cochinos”. Y, a proposito, ¿De que están hablando? Suena serio y parece civilizado que ya es bastante. Solo faltaría que fuese importante.

Anónimo dijo...

¿Y qué me dicen de la cagazón que armó Chocho, por bruta y "vaca-impulsiva", con la Casa América de Cataluña? Ya le dieron su merecido y tuvo que dar marcha atrás.

Anónimo dijo...

Flojita réplica, Tiro, se nota que estás más interesado en ripostar que en entender. Aprende un poco de Sosa, de su inteligencia y de sus modales, y deja de hacer retórica mala y larga.

Anónimo dijo...

Esta largo para mi levedad Tiro, pero en cuanto a mi condicion de anonimo, rectifico y tiro, la llevo donde me de la reverendisima gana.

Sosa, despojate, que esa condenada mania de establecer canones, te puede envenenar la salud.

Y sobre todo deja de hacer equipos de poetas peloteros, que a penas lanzan una bola.

con todos los respetos, escriban post, y no se conviertan en biblias!!!!!Eso no es santo.

Lamimita Loynaz.