TRES, Y VA QUE CHIFLA

Una de nuestras predicciones para el 2009, el cumplimiento de su condena por el inquieto grafista José (Pepe) Varela, como era de suponerse, es ya una realidad, y le felicitamos sinceramente. En tal estado le hicimos llegar por E-mail (todavía sentimos cierto temor, ciertos temblores en la zona hepática, de acercarnos a sus “pies ligeros") tres tímidas pregunticas, a propósito, que accedió a contestar para nuestra sorpresa.

Tirofijo: -¿Cómo, estimado Pepe, podrías describir las sensaciones que has experimentado en los penúltimos días de tu condena, y en este día, en que por fin, has gozado del tan ansiado encuentro con la libertad?

Varela: -Libre, libre, al fin libreeeeeeeeeeeeeeeee…

T: -¿Crees que la ocasión debes disfrutarla en familia, con tus más cercanos y fieles amigos, o piensas que sería causa más que justificada para organizar un “motivito", y permitir a tus múltiples admiradores manifestarte su devoción?

V: -Libre, al fin libre… un “motivito", claro, pero de socios, nada de poetas y otros comemierdas. Socios, sólo con los socios, un “motivito” de socios.

T: -Como ansiamos entregarle a nuestros lectores tus reflexiones, que son para todos nosotros como respuestas para vivir, nuestra curiosidad no nos permite desaprovechar la oportunidad de preguntarte, sin que se ofendan otros traficantes de belleza, ¿Quién es Svetlana, que sólo visita tu blog? Además, queremos agradecerte por este milagro en Miami de poder entrevistarte, que es como encontrarse los aretes de la luna, e invitarte nuevamente a un café, sin nostalgia, que nos alegre la nada cotidiana a que nos ha condenado la existencia.

V: -¿Respuestas Yoooo...? Yo nunca he servido para eso, sólo se hacer preguntas y normalmente nunca reflexiono, actúo, aunque ya no impulsivamente. Pasé un cursito de “anger management” para eso. Svetlana, si…, es una fiel admiradora de mi arte, una buena amiga que me presentaron Miguel Miqueles y Arnaldo Fernández. En cuanto a la invitación, quiero decirte tres cosas: primero, yo no tomo café (eso es cosa de cubanos); segundo: yo no tomo café con gente a la cual no puedo verle la cara (eso es cosa de locos); y tercero: yo no tengo nostalgia, no creo en la cotidianeidad y a mi no me condenó “la existencia”, me condenó un cabrón juez, y ya cumplí. Estoy libre, libreeeeeeeee… y por favor, líbrame ya de tu presencia.

(Foto: cortesía de Delio Photo Studio)