De: BELKISBELL@aol.com
Para: mtirofijo@hotmail.com
Enviado: viernes, 21 de noviembre de 2008 09:05:34 p.m.
Para: mtirofijo@hotmail.com
Enviado: viernes, 21 de noviembre de 2008 09:05:34 p.m.
.........Energía negativa, eso es todo lo que veo en su blog. Que pena que en lugar de construir, ponga todo su empeño en lo contrario.
.........Sinceramente, Belkis Cuza Malé.
Estimada Sra. Malé:
Creemos que no ha apreciado nuestras intenciones en su verdadera dimensión. Usted, que siempre fue "contracorriente", y por eso la hemos admirado, debería entender que no hay lealtades lo suficiente sólidas o perecederas como para traicionar nuestro compromiso con la verdad o con el arte por ellas.
No es nuestra intención destruir nada, tampoco nos creemos constructores de nada, como no sea la saludable costumbre de mirar las cosas con un ojo crítico. Simplemente no nos callamos cuando vemos que, lo que otros construyen, obvia el equilibrio elemental que exige la más simple plomada. No aspiramos ni siquiera a que nos lo reconozcan. Bastaría que tuviesen la humildad de tomar de nuevo los más primitivos instrumentos y verificaran la verticalidad de la estructura que pretenden mostrar al mundo como su obra.
¿Qué podemos equivocarnos? Sí. Para eso está el debate, el desacuerdo y la crítica.
¿Qué no coincidimos en algo? Diga su opinión, desprejuiciadamente, no impulsada por lealtades infundadas y compromisos subalternos. Dígala acá, o en su blog, o en el alguna amiga o amigo. Acá será un honor recibirla.
¿Qué le ha molestado? Que no somos mercenarios de nadie, que decimos lo que pensamos y no le permitimos a nadie darnos órdenes o decirnos lo que tenemos que hacer.
¿No se fue usted de Cuba (y Heberto, al que tanto admiramos) para eso?
¿Cree usted que fuimos injustos en algo? Fundamente sus juicios. La escucharemos con atención y respeto, como usted merece. Saludos cordiales de Tirofijo
Estimada Sra. Malé:
Creemos que no ha apreciado nuestras intenciones en su verdadera dimensión. Usted, que siempre fue "contracorriente", y por eso la hemos admirado, debería entender que no hay lealtades lo suficiente sólidas o perecederas como para traicionar nuestro compromiso con la verdad o con el arte por ellas.
No es nuestra intención destruir nada, tampoco nos creemos constructores de nada, como no sea la saludable costumbre de mirar las cosas con un ojo crítico. Simplemente no nos callamos cuando vemos que, lo que otros construyen, obvia el equilibrio elemental que exige la más simple plomada. No aspiramos ni siquiera a que nos lo reconozcan. Bastaría que tuviesen la humildad de tomar de nuevo los más primitivos instrumentos y verificaran la verticalidad de la estructura que pretenden mostrar al mundo como su obra.
¿Qué podemos equivocarnos? Sí. Para eso está el debate, el desacuerdo y la crítica.
¿Qué no coincidimos en algo? Diga su opinión, desprejuiciadamente, no impulsada por lealtades infundadas y compromisos subalternos. Dígala acá, o en su blog, o en el alguna amiga o amigo. Acá será un honor recibirla.
¿Qué le ha molestado? Que no somos mercenarios de nadie, que decimos lo que pensamos y no le permitimos a nadie darnos órdenes o decirnos lo que tenemos que hacer.
¿No se fue usted de Cuba (y Heberto, al que tanto admiramos) para eso?
¿Cree usted que fuimos injustos en algo? Fundamente sus juicios. La escucharemos con atención y respeto, como usted merece. Saludos cordiales de Tirofijo
1 comentario:
esas lealtades que oscurecen y matan
--diria Lezama-
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